VALORES


  Se ha mencionado como una forma de colaborar con el  NGSM es procurar aumentar en nosotros mismos esos valores éticos y espirituales que son propios de sus miembros y de su servicio. Hay diversos valores que se pueden encuadrar como éticos y espirituales y no se pretende hacer mas que mencionar algunos aspectos de algunos de esos valores que debemos procurar cultivar y practicar en nosotros mismos.  Y ello no solo con el fin de ser mejores sino también y sobre todo de ser mejores servidores del bien común. 

 Al  respecto en uno de los folletos que se reparten  gratis por las personas y grupos colaboradores del movimiento de buena voluntad mundial, se mencionan los siguientes valores por los que vivir. 

   

            Valores para Vivir


El Amor a la Verdad—esencial para una sociedad junta, inciuyente y progresista;

El Sentido de la Justicia—el reconocimiento de los derechos y necesidades de todos;

El Espíritu de Cooperación—basado en una buena voluntad activa y el principio de las rectas relaciones humanas;

El Sentido de la Responsabilidad Individual—con respecto al grupo, la. comunidad y los asuntos nacionales;

El Servicio al Bien Común—mediante el sacrificio del egoísmo. Sólo lo que es bueno para todos es bueno para cada uno de nosotros.

Estos valores son espirituales e inspiran la conciencia y la mentalidad de aquellos que sirven a fin de crear un modo de vida mejor.


EL DESTINO DE TODOS LOS PUEBLOS Y NACIONES DEPENDE DE LOS VALORES QUE RIGEN SUS DECISIONES


La crisis humana y mundial de hoy en día es fundamentalmente espiritual y, como tal, pone a prueba el carácter y la intención de todos los hombres y mujeres. Se nos brinda la oportunidad de reevaluar los valores quo aceptamos como normas personales de conducta..


El mundo del futuro depende de lo que cada uno de nosotros decida hacer hoy.


Los tiempos actuales exigen elecciones esenciales a los pueblos del mundo. Es un tiempo para una reevaluación de los valores. Un valor se define en relación con ciertos aspectos de nuestra vida cotidiana o como una cualidad intrínseca reconocida o útil. Tales valores pueden ser cuestión de opinión y por lo tanto discutibles. Sin embargo, numerosos valores en la vida humana tienen como base el "bienestar general de todos los pueblos" y son principios rectores en los que pueden fundarse y planificarse la rutina cotidiana y el trabajo común Los principios establecidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas son un recuerdo constante a todos los pueblos del mundo de los objetivos fundamentales y la pureza de intención que motivan sus decisiones.


Hoy en día, en un mundo que cambia rápidamente, constatamos una confrontación fundamental entre lo antiguo y lo nuevo: las formas cristalizadas y usadas y las ideas progresistas; el interés egoísta y el bienestar general, el nacionalismo y una conciencia planetaria, o entre los valores materiales y los valores espirituales.


Los valores materiales confinan al individuo, al grupo o a la nación en los límites que determinan una forma de vida creada para servir sus propios intereses. Las formas pueden cambiar, pero si la motivación es un egoísmo mezquino, nada bueno puede resultar para la cultura humana y la civilización.


Los valores espirituales tienen relación con la iluminación, la libertad y un crecimiento creador de la especie humana. Hacen avanzar la tendencia innata de la humanidad hacia la síntesis y la globalidad. Provocan una extensión en vez de imponer límites al horizonte de la visión y de las capacidades humanas. Pueden ser simbolizados como una espiral ascendente de una potencialidad infinita.


Los valores espirituales más importantes para todos nosotros son, sea cual fuere la nación que representamos, los que nos elevan fuera de nuestro egoísmo y de la rutina que hemos construido. El egoísmo no beneficia a nadie, incluidos a nosotros mismos, en una sociedad que se ha vuelto muy interdependiente y muy relacional.


El "sacrificio del egoísmo" puede liberar nuevos valores en nuestra vida nacional e internacional. Puede poner fin a la carrera armamentista, que ahora se perpetúa por motivos económicos y de poder, y puede conducir hacia la vía del desarme y de la paz mundial que se contemplan y estipulan en la Carta de las Naciones Unidas.


El "sacrificio del egoísmo" permite el reparto y la contribución de todas las partes de la sociedad al crecimiento y la prosperidad de la totalidad. Reconoce la responsabilidad, el interés y el compromiso por actitudes y acciones comunes, y por una nueva perspectiva de la vida y de sus verdaderos valores. Los verdaderos valores de los pueblos del mundo se sustentan en algunos principios o cualidades: la unidad, la tranquilidad –la armonía social, la seguridad, la libertad y un bienestar general – "para todos los pueblos". En tal estructura, el sentido de responsabilidad se desarrolla al mismo tiempo que los derechos y las libertades a los que todos tienen derecho, la confianza y el respeto mutuos proporcionan la garantía de un buen funcionamiento.


Cada nación, grande o pequeña puede jugar su parte. Una opinión pública focalizada, determinada e iluminada es la fuerza más importante del mundo y puede producir la dirección moral que se necesita. Que nuestra renuncia al egoísmo y al materialismo ilumine el camino hacia un futuro mejor para la humanidad.


        Sin embargo quizás habría que destacar como mas general  la buena voluntad colaboradora, como expresión sencilla del amor espiritual, y que si se practica puede solucionar la mayoría de los problemas humanos de modo adecuado para el bien  de todas las partes o el conjunto, que al profundizarse da lugar a la comprensión amorosa.  Otros principios, valores y leyes espirituales son  el progreso grupal,  la unanimidad , el acercamiento espiritual a lo mas elevado y otras diversas, estando todas ellas relacionadas de modo que se complementan entre sí.  Si bien esos valores ya se encuentran en alguna medida en muchas personas de modo natural por haberlos conseguido por evolución, también es posible desarrollarlos mas y emplearlos en el servicio desinteresado por medio de métodos como la concentración y meditación,  basada en la correcta atención e intención. 


Entre los modos de colaborar en el servicio uno sencillo es mediante el uso habitual de la gran invocación, que ayuda a introducir en al aura del planeta las energías espirituales de luz, amor y voluntad al bien,  dando las condiciones en las que las personas pueden evolucionar mejor y los problemas resolverse  en términos de correctas relaciones humanas. También la colaboración con los movimientos generales de buena voluntad mundial y triángulos son dos buenos modos de colaborar en el servicio a la humanidad, así como realizando las meditaciones del grupo de meditación para la nueva era, entre otras posibilidades. En los apartados de ésta  pestaña de Valores se exponen algunos de dichos modos. 



















Share by: